En el año 1.732, D. Rodrigo
Caballero, Intendente de Castilla, dirige una carta al Ayuntamiento de
Calañas, para entre ocho pueblos del Andévalo prorrateen
los gastos para la construcción de un puente sobre el río
Odiel. Esta intención no se lleva a efecto.
Posteriormente en 24 de abril de 1.733 el Consejo de Castilla, declara
el puente como obra pública, habiendo de ser sufragada por setenta
y cinco municipios.
En 1.754 se establecen las condiciones generales que ha de regir en la
construcción del puente. El 28 de julio de 1.759 se prorratean
los gastos que ascienden a 205.500 reales de vellón. El alarife
encargado de la obra fue, D. Ambrosio de Figueroa.
Las avenidas del invierno de 1.764 son tales que se hace necesario realzar
los arcos que aún están por terminar, de aquí que
el puente tenga la apariencia de los puentes góticos (en lomo de
burro).
En el año 1.775 el Ayuntamiento de Calañas notifica a la
Duquesa de Medina Sidonia, que las obras del puente están terminadas.