Fue fundado en 1337 por Alonso
Jofre Tenorio, primer señor de Moguer, para monjas clarisas. En
la actualidad es sede del Museo Diocesano de Huelva de Arte Sacro.
El convento se divide en dos grandes espacios: el recinto religioso
y las viviendas. En cuanto al primero, forman parte de él diversas
estancias como la capilla "de profundis", antiguo panteón
de las clarisas, donde se conserva un artesonado mudéjar del
siglo XVI.
La iglesia es la parte más noble del edificio, tratándose
de un templo gótico-mudéjar de tres naves separadas por
arcos apuntados, siendo la nave central más ancha y larga que
las laterales, y estando coronada por un ábside poligonal. A
los pies de la iglesia se encuentra el doble coro, alto y bajo, donde
se encuentra la sillería nazarí, obra del siglo XIV única
en su estilo.
En cuanto a la residencia conventual, está formada por diversos
claustros en torno a los que se distribuyen las dependencias. Destaca,
el claustro de las Madres, cuya arquería baja, del siglo XIV,
conforma el claustro más antiguo de Andalucía. A su alrededor
se encuentran los dormitorios, pabellón de dos plantas del siglo
XVI, con artesonado renacentista, el refectorio, sala rectangular de
bóveda apuntada, la cocina, que conserva una enorme chimenea
del siglo XIV, la enfermería renacentista, etc.
Por lo que respecta a las obras de arte mueble, destacan obras como
el retablo mayor, obra de mediados del siglo XVII de Jerónimo
Velázquez; en escultura, los sepulcros de los Portocarrero, enterramientos
labrados en mármol en el siglo XVI, que representan los cuerpos
yacentes de 9 personas en tres solideos; el retablo de la Circuncisión
del Señor, de Martínez Montañés; la Virgen
del Amor Hermoso, del siglo XVI; el Niño Jesús de las
Lágrimas, del siglo XVIII, obra de La Roldana; el relieve gótico
inglés del Ecce Homo, del siglo XV; la Inmaculada Concepción
del siglo XVIII; o el Cristo Atado a la Columna, renacentista; en pintura,
la decoración pictórica de las puertas del coro, del siglo
XV, el mural de San Cristóbal (s.XIV) la Anunciación del
siglo XV, la Virgen Franciscana y el Descendimiento de Cristo (s.XVI),
la Sagrada Estirpe (s.XVI) o la Dormición de la Virgen y el Bautismo
de Cristo, ambos del siglo XVIII; en las artes suntuaras, los libros
de coro del siglo XV, el conjunto de dalmáticas de los siglos
XVII y XVIII, y otras obras.
Es el monumento colombino más destacado de Moguer. Su abadesa
Inés Enríquez, tía del rey Fernando el Católico,
apoyó el viaje descubridor en la corte y a la vuelta del viaje
descubridor, Cristóbal Colón pasó la primera noche
en su iglesia cumpliendo el voto realizado en alta mar cuando una tempestad
estuvo a punto de hacer zozobrar la Niña.
El monasterio está catalogado como Monumento Nacional desde
1931.
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